Walter y Leonore Annenberg empezaron a organizar eventos en su desértica casa de Sunnylands en 1966. A lo largo de los quince años siguientes se fueron añadiendo a los terrenos importantes obras de arte y otras estructuras únicas. Estas animadas adiciones aumentaron algunas joyas construidas que el arquitecto de la finca A. Quincy Jones integró en el paisaje original. La presentación incluirá un elemento diseñado por Jones que nunca llegó a construirse, ya que se basó en un gracioso malentendido relacionado con un pájaro.

Los terrenos de Sunnylands proporcionaron una nueva aventura curatorial a estos embajadores mundanos, viajeros, convocantes y coleccionistas de arte serios. En los terrenos de 200 acres se instalaron dos estructuras que ofrecen zonas alternativas de entretenimiento al aire libre y que pueden relacionarse directamente con los viajes de los Annenberg. Son lo último en recuerdos de viaje. Dos esculturas, también escondidas en rincones privados del paisaje, siguen siendo un misterio, aunque se han descubierto algunas pistas sorprendentes que se comentarán.

Únase a Anne Rowe, Directora de Patrimonio de Sunnylands, que nos adentrará en la intrigante procedencia de cada escultura y en las singulares "locuras" que los Annenberg eligieron para su paisaje. Conozca la espectacular variedad de delicias al aire libre repartidas por toda la finca, cuidadosamente situadas para provocar felices incidencias.

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